viernes, 2 de septiembre de 2011

Exilio Voluntario

De seguro las versiones pueden cambiar con el paso del tiempo y algunas afirmaciones serán rechazadas en un futuro próximo. Pero vayamos a la escena del hotel... a las tantas horas de la madrugada. Ropa sin espacio, Ropa afuera, que más da. Un mensaje, dos mensajes, 5 mensajes o más. Eran de ella (aún lo son) tan rápido y ya la extrañaba tanto. Ahora fijemos nuestra atención en el aeropuerto. Boleto en mano (o en la mano el boleto como se quiera ver) Las maletas, la fila, las sonrisas de desconocidos, el olor a multitud que tenía aquel aeropuerto.
Cámaras de televisión, ¡Miren ahí está Carmen Salinas¡ Guácala, mejor ni voltear. Papeles, niños por ahí y por haya. ¿Sería la primera vez que se subieran a un avión? que divertido. Risa silenciosa. Nadie lo nota. De golpe un sentimiento que se podría describir entre sabor dulce y acido. Tu siempre fuiste el balance de ambos, por eso me encantas. Solo dólares (americanos) -Que en Dallas los cambias, Perfecto. -¡Que si hay!, Perfecto. Dólares americanos por Dólares canadienses. Ahora tenía hambre, mucha hambre. Taco Bell como última comida en mi país. Venga. Mi familia, me daba cuenta de cuanto la quería, lo mucho que significaban para mí, faltaban palabras, así es siempre, pero el sentimiento estaba presente. Consejos. Felicidad y tristeza balanceandose por toda mi cara. Manos temblorosas, como cuando iba entrar a una sala de cine de pequeño... ocultando los nervios, manos sobre los pantalones, indiferente. Una, dos, tres idas al baño, la última para encerrarme. Escuchar la última voz en México (después de mi familia claro) cuanto la amo y la preocupación, pero esa voz... como me gusta esa voz. Pensamientos al azar. Un avión cayéndose. No seas estúpido deja de pensar eso. Mi casi nulo dominio en el francés. Recuerdos de la primaria, ¿De que me va servir el francés en la vida profesor? -Pasaporte. Como robot sacaba los papeles. -Aquí esto y esto. ¿Qué será de mí? Desconectado, enajenado del mundo por unos segundos. Me hablaban y asentía con la cabeza. Melancolía empapada con una funda de esperanza y de emoción. Último abrazo a mi familia por unos cuantos meses. Que suerte, no dejaba de pensar en la suerte que tenía con esta familia. Me tomo de sorpresa, no me di cuenta, todo tan rápido ¿Enserio me voy a ir? Me veía abrazando a todos mis seres queridos, todos esos amigos, todas esas platicas, aventuras y desventuras. Todos esos amigos... increíble, tantas personas que me marcaban, me robaban sonrisas ridículas (buen síntoma) Escuchaba sus voces. Escuchaba tu voz. Eso era bueno. El avión despegando. Ya... ya no hay vuelta atrás. ¿Y si le pido al capitán que haga paro? ¿Qué a la mera ya no? -No seas ridículo- La voz de todos todavía sonando en mí cabeza. Veamos en este preciso momento mi cabeza como una rueda de la fortuna donde todo da vueltas. Regresemos al avión, a mi asiento y a la ventana, la mirada perdida. Consejos aquí y allá. Mi familia haciendo eco, jalones al cuello del corazón (si si es valido) Mis amigos todos ellos, momentos del año, guardados en una pequeña película que giraba dentro de la rueda de la fortuna. Qué buenos amigos tengo... que momentos tan increíbles pase. Ella, como  disfrute cada momento. Sonreía. Pero tenía miedo.. (hablando tanto en pasado como presente, esperemos cambiar  aquel sentimiento barato en futuro y tercer acto.) Sin darme cuenta estaba lejos de toda seguridad, de toda facilidad... Mi mirada aún pegada en la ventana. Las nubes, veía las nubes, una alfombra acolchonada y llena de ilusiones. Y sonaba la música. La música de la vida, esa que casi nadie escucha, esa que tiene ritmo, esa que se escucha sin ningun mp3, sin ningún disco, sin ningún instrumento. Y acercamiento a mis pestañas cerrando y abriendo. Ya estaba lejos de todo. Estaba en el exilio voluntario, lejos de la facilidad y entonces en un primer plano "el mundo como un jarra de galletas" (pero en vez de galletas está estaba llena de historias, de emociones.) Y con los ojos vendados, sin pensarmelo meto las dos manos (Acercamiento a mis dos manos en picada) y saco la historia... Ahora aprendo. Sonrío. (Alejamiento y acercamiento, zoom in, zoom out. Mi vida vista desde dos planos tan contradictorios... como la vida) 

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